
Existe la posibilidad que el Congreso apruebe el “DREAM ACT” antes de que termine esta legislatura. Sin embargo, esta posibilidad no es muy alta porque no existen en este momento los votos necesarios para su aprobación. Pero debemos ser optimistas y hacer todo lo posible para lograr que pase esta ley.
Las letras “DREAM ACT” son las siglas en inglés de “Development, Relief and Education for Alien Minors”, (cuya traducción no literal al español sería “Educación para el Desarrollo y Bienestar de Jóvenes Indocumentados”), del proyecto de ley presentado por primera vez en el año 2003 por los senadores Orrin Hatch, republicano por Utah y Richard Durbin, demócrata por Illinois, y que de ser aprobada beneficiaría a 2.5 millones de jóvenes indocumentados, que fueron traídos al país siendo muy pequeños.
Actualmente se calcula que unos 65 mil jóvenes indocumentados terminan sus estudios en las escuelas secundarias y no tienen la posibilidad de conseguir becas o préstamos federales para pagar sus estudios técnicos o universitarios, cuyo monto muchas veces asciende a dos y hasta tres veces el valor que paga un estudiante residente. Y para completar el cuadro desolador del estudiante indocumentado, cuando se gradúa de sus estudios superiores no puede conseguir trabajo para ejercer su profesión por ser indocumentado.
Para que estos jóvenes califiquen y puedan recibir una residencia temporal hasta por seis años, deben cumplir con los siguientes requisitos: haber llegado a este país antes de los 16 años, haber vivido en forma ininterrumpida durante los últimos cinco años en este país, y hablar el idioma inglés. Una vez terminen sus estudios superiores o hayan prestado su servicio militar, podrán solicitar su residencia permanente.
Estos jóvenes no tienen por qué pagar por los errores de sus padres; ellos no tienen la culpa de que los hayan traído aquí siendo niños pequeños. Además será una fuerza laboral calificada productiva, pagando impuestos, que ayudará al crecimiento de nuestra economía. De otro lado, si estos jóvenes tuvieran que regresar a sus países de origen, estarían regresando a un país que ni siquiera conocen y enfrentándose a un idioma que ya ni siquiera hablan.
Los senadores Harry Reid (demócrata de Nevada) líder de la mayoría, y Mitch McConnel (republicano de Kentucky) presentarán, antes que termine este Congreso, para su debate, este proyecto de ley del “DREAM ACT”. Es la tercera vez que este proyecto de ley se lleva al Congreso y esperamos que en esta oportunidad se apruebe. No podemos bajar la guardia en el último momento.
En un principio el “DREAM ACT” hacía parte de todo el paquete de la Reforma Migratoria Comprensiva, pero debido a las dificultades para lograr la aprobación de esta ley, se decidió que estratégicamente podría ser más viable conseguir la aprobación del “Dream Act” por separado.
Ojalá los legisladores dejen a un lado la “politiquería” y de una vez por todas se pongan de acuerdo para debatir y aprobar esta ley, haciendo caso omiso de todas aquellas personas que les presionan para que no lo hagan, pues estas personas han olvidado o no saben que este es un país de emigrantes y que sus antepasados también vinieron de sus países de origen a esta gran nación de oportunidades para todos por igual.
Todas las organizaciones que han venido trabajando tan activamente a favor del “DREAM ACT” y todos los jóvenes que han dedicado tanto tiempo en esta lucha, deben redoblar esfuerzos en estos momentos tan cruciales, pues podríamos estar “at portas” de la aprobación de tan anhelada ley con este Congreso, pues con el Congreso nuevo que inicia sesiones en enero del 2011 será más difícil conseguir su aprobación.
Carlos H. Heredia
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